Después de su reciente divorcio, Brandi decidió celebrar con un viaje sola, buscando recuperar su vida. En un pintoresco pueblo costero, conoció a Jack, un apuesto guía turístico de ojos intensos y sonrisa cautivadora. Su vestido azul, ligero y escotado, captó la atención del muchacho, quien la miraba de reojo pero respetuoso. Al final del recorrido, llegaron a la playa donde la sexy turista vio la oportunidad de hacer su movimiento. Pidió que le saque una foto y lo sorprende dejando caer toda la ropa sobre la arena. Cuerpo atlético no requiere explicaciones, con el submarino enfurecido fue directo a darle lo que quiere.