Indiscutible el buen trato de esta vendedora de casas, mientras la esposa inspecciona ella entretiene al marido. Subiendo la falda da alguna pista que esta recorrida será inolvidable para el calvo que se entusiasma. El regordete apenas abriga por el hilo dental y las gafas lo llevan a hacer uno de sus movimientos mas arriesgados. Con la mujer a pocos metros prueba puntería a esta fogosa que sentada en la banqueta queda a la altura perfecta...