Ese moreno que evitaba hace enloquecer con el pene negro a la guapa vecina que decidió probar un interacial. Varios meses esquivando a ese muchacho, nunca había estado con un hombre de color, pero ante tantos gilivaras que la han decepcionado decide dar una oportunidad. Un encuentro casual, invitación y una mirada entregada. Bajó el vestido, tetas suaves asoman, rosados pezones, tanga negra infartante. Al sentir esa cosa en la boca se da cuenta la magnitud de la vara, babosea antes de meterla en el jugoso coño que se va a estirar haciendo que el placer llene por fin su ser.